8º CONCIERTO DEL CICLO OFICIAL
INTERNACIONAL 2016
Sinfónica del Congreso clausura
exitosa temporada
Con el Octavo Concierto de su Ciclo
Oficial Internacional 2016, la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional (OSIC),
dirigida por el maestro Diego Sánchez Haase, despide la Temporada, que viene
brindando a la sociedad, un concierto cada segundo jueves del mes en el Teatro
Municipal, con acceso libre gratuito.
El acontecimiento tendrá lugar el
próximo jueves 10, a las 20:30 h, en el Teatro Municipal de Asunción, Pte. Franco y Chile.
El Programa incluye: Concierto para viola y orquesta, en re mayor, Op.
1, de KARL STAMITZ (1745-1801); Tres
danzas húngaras (WoO 1), de JOHANNES
BRAHMS (1833-1897); y Sinfonía n. 1, en si bemol, Op. 38. “Primavera”, de ROBERT SCHUMANN (1810-1856).
El Concierto contará con el concurso
del joven talento paraguayo Paulo Alonso, como solista de viola.
El solista de Viola
Paulo Alonso
lleva realizados varios conciertos como solista con las orquestas más
importantes del Paraguay, bajo la dirección de maestros como Diego SánchezHaase, Luis Szaran, Gabriel Graziani,
Miguel Ángel y José Miguel Echeverría.
Oriundo de Acahay, inicia sus estudios
musicales en 2005, con Gustavo Barrientos en la escuela "Virgilio
Centurión" de Acahay, institución integrante de "Sonidos de la
Tierra". Posteriormente, recibe una beca para seguir sus estudios en
Asunción con los profesores Luis Graziani y José Miranda.
En 2012, ingresa a la Facultad de Arquitectura
Diseño y Arte (FADA), donde estudia primeramente con Elvio Di Rito, y
actualmente con Gerardo Gramajo. Regularmente asiste a clases magistrales,
cursos y seminarios con maestros internacionales como Domenico Nordio (Italia),
Alan Kovack (Argenina), Götz Bernau, Ulla Benz (Alemania), Jorge Rissi
(Uruguay).
Desde 2012 hasta 2014, integra la Orquesta
Sinfónica del Congreso Nacional, como solista de viola. Desde 2014, lleva una
intensa actividad en el ámbito de la música de cámara, formando un cuarteto con
sus compañeros de la carrera de Música, que a menudo ofrece conciertos con
importantes obras. También
colabora con los más destacados grupos de cámara del país, en conciertos a
nivel nacional e internacional. Actualmente integra la Orquesta Sinfónica de la
Ciudad de Asunción (OSCA) y la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), como
asistente de solista de viola.
Logros de la
Temporada 2016
De la mano del
talentoso director Sánchez Haase, varios jóvenes instrumentistas emergentes del
Paraguay han tenido la oportunidad de presentarse como solistas acompañados de
nuestra orquesta. Los principales
compositores universales homenajeados han sido Robert Schumann y Manuel de
Falla.
Así también, la
Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional, nos ha dado la oportunidad de
disfrutar durante el Ciclo Oficial Internacional 2016 de conciertos de muy alto
nivel, con la participación de renombrados solistas y directores invitados de
Paraguay, Argentina, Chile, Austria, Corea e Israel, con la colaboración de
embajadas e instituciones culturales de países extranjeros.
Todos los
conciertos del Ciclo han sido grabados para su difusión en el programa
televisivo “Escuchemos a la orquesta”, de producción conjunta entre la OSIC y
TV Cámara. Otro de los grandes logros de nuestra novel orquesta en este año, ha
sido la presentación de su primer material discográfico “Sonata paraguaya”, el
cual ha sido presentado no solamente en
Asunción, sino también en Buenos Aires y en Madrid, con gran suceso.
Al presentar dicho
material discográfico, el maestro Luís Szarán ha afirmado que la OSIC “es una
orquesta de generales, y no de soldados”, enfatizando de esta manera el gran
nivel artístico alcanzado por nuestra orquesta en su todavía corta existencia,
fruto del trabajo serio, disciplinado y apasionado de todos sus integrantes,
liderados por la sólida batuta del maestro Sánchez Haase.
Las obras del 8º Concierto
KARL
STAMITZ (1745-1801): Concierto para viola y orquesta, en re mayor,
Op. 1. (Allegro non troppo, Andante, Rondó. Allegretto)
El compositor y célebre violista alemán Carl
Stamitz (1745-1801) compuso su Concierto para viola y orquesta en re mayor, Op.
1 en 1774, y lo publicó ese mismo año en París, donde vivía desde 1770. El concierto
fue compuesto sin duda para la demostración del virtuosismo del propio
compositor, y son justamente su carácter virtuoso y su dificultad técnica los
que lo han convertido en pieza obligada del repertorio para viola. En su
versión original para orquesta, Stamitz eligió una original orquestación que
añadía a los tradicionales grupos de cuerdas un segundo grupo de violas. Esto,
más la presencia de dos clarinetes y dos cornos, contribuía a realzar la
calidez del instrumento solista. El primer movimiento, Allegro, está escrito en
la clásica forma sonata, que ofrece a la viola solista pasajes de notable
virtuosismo. Continúa el concierto con un andante moderato en re menor, de
carácter y tempo contrastantes, una introspectiva cantilena de la viola con algunas
intervenciones del acompañamiento, y finalmente el último movimiento, un Rondó
simple que retoma el carácter alegre del movimiento inicial, cuya estructura se
basa en la alternancia entre el solista y la orquesta. La viola solista
despliega sus habilidades técnicas y hace gala de virtuosismo, destacándose de
manera especial en el último episodio “una conclusión verdaderamente virtuosa,
llena de arpegios y con el solista escalando a regiones hasta ahora no
exploradas, del diapasón”
JOHANNES
BRAHMS (1833-1897): Tres danzas húngaras (WoO 1) (N. 1, en sol
menor. Allegro molto, Orquestación de J. Brahms; N° 3, en fa mayor. Allegretto,
Orquestación de J. Brahms; N. 5, en sol menor. Allegro, Orquestación de A.
Parlow).
Las "Danzas
húngaras" de Johannes Brahms,
es un grupo de 21 danzas, basadas su mayoría en temas húngaros.
Brahms originalmente las compuso para piano a cuatro manos, y luego
arregló diez de ellas para piano solo, y algunas otras (números 1, 3 y 10) para
orquesta. Las Danzas húngaras nacieron en los años 1858/69 en la versión para
piano a cuatro manos. Las Danzas No. 1-10, en 1869 se publicaron en dos libros
y los números 11-21 en 1880 en otros dos libros. En 1872 Brahms escribió la
versión para piano solo de los 10 primeros. Aparte de los números 11, 14 y 16,
los restantes no son ideas originales de Brahms sino cambios en las melodías
existentes. Varios compositores, en especial, Antonín Dvořák, han orquestado las demás.
Quizás la más conocida es la Danza Húngara n°5.
De todas las "Danzas
húngaras" se han hecho innumerables versiones clásicas, acústicas,
con nuevas tecnologías. En ellas se encuentran algunas de las piezas más
populares del compositor. Además, las danzas húngaras influenciaron a muchos
compositores clásicos en la composición de sus obras, como es el caso de Antonín Dvořák, claramente apreciable en su
serie de" Danzas eslavas".
ROBERT SCHUMANN (1810-1856): Sinfonía
n. 1, en si bemol, Op. 38. “Primavera” (Andante un poco maestoso - Allegro
molto vivace, Larghetto, Scherzo. Molto vivace, Allegro animato e grazioso)
Esta sinfonía surge de un momento emocional
muy diferente al que vivía mientras compuso su único concierto para piano y
orquesta. Schumann se había casado recientemente con Clara, tras la negativa de
Friedrich Wieck, su maestro de piano y padre de Clara, a la realización del
matrimonio. Entre enero y febrero de 1841 trabajó en su primera sinfonía a la
que llamó "Primavera". Fue estrenada el 31 de marzo por la Orquesta
de la Gewandhaus de Leipzig bajo la batuta de Felix Mendelssohn. Schumann era
un literato y un excelente crítico musical; cultivaba la literatura de su
tiempo y la de épocas anteriores. El título de esta sinfonía se inspira en un
poema de Adolphe Böttger. En principio los cuatro movimientos de la tradicional
sinfonía tenían títulos descriptivos: 1- Despertar de la primavera. 2-
Atardecer. 3- Alegres compañeros de juegos. 4- Adiós a la primavera. Schumann
creyó conveniente eliminar esos nombres porque no quería influenciar la
imaginación del oyente a través de la palabra, por el contrario, buscaba
afectarla a partir de los climas logrados con la música.
Se debe tener en cuenta que posteriormente la
crítica señaló negativamente la obra sinfónica de Schumann por el tipo de
orquestación, decían que era maciza. El autor sentía que era un aspecto a
trabajar por lo que tomó clases de orquestación con el director de orquesta
Gottlieb Christian Müller. Es importante subrayar que la Sinfonía Nº 1 fue
originada a partir de la obra para piano titulada "Kreisleriana", un
conjunto de ocho piezas compuestas en abril de 1938 y dedicadas a Frédéric
Chopin. Además de la impronta del repertorio pianístico, se pueden apreciar las
influencias sinfónicas de compositores como Franz Schubert (Sinfonía Nº 3) o Ludwig
van Beethoven (Sinfonía Nº 6).
La orquestación de esta primera sinfonía es la
siguiente: dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro cornos,
dos trompetas, tres trombones, timbal (se destaca su uso), triángulo y cuerdas.
Asunción, 6 de noviembre de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario